jueves, 12 de julio de 2012

La derecha más cerril, cavernícola e inútil.

Con las medidas que padecemos los ciudadanos españoles no hacen más que aumentar la separación y las diferencias con los países más desarrollados aunque sea a costa de mantener el hambre, la incultura, los rituales píos y la incuria.
En España tenemos una derecha imbuida de la convicción de que el poder es suyo, más preocupada por mandar que por gobernar, con el objetivo de reforzar "UN ORDEN POR SUMISIÓN" y de realizar un proyecto basado en una tradición que permita la continuidad del ejercicio libre del poder e intereses particulares( sean ecnómicos, clasistas, mediáticos o intelectuales), a partir del recelo de cualquier novedad.
Con esta derecha vamos a una involución social y democrática. Bajo las siglas del PP cohabitan representantes de los principales poderes fácticos: la banca, la gran empresa, la patronal, el Opus Dei, los sidicatos corporativos...
Los conservadores desean la eliminación de las políticas de bienestar porque consideran las diferencias sociales necesarias para la pervivencia del capitalismo.
Al romper la estructura financiera de los sistemas de protección social, la derecha reduciría el nivel de vida en una sociedad más injusta. El PP pretende una reforma fiscal que favorezca a los ricos y cuyas consecuencias las padezcan y soporten el resto de la población.
También la política educativa del PP constituye un ensamblaje de ideas e intereses propios de los sectores conservadores de la Iglesia, el Opus Dei y la patronal privada de la enseñanza. La derecha pretende someter la educación a las reglas del mercado y establecer una estratificación clasista de los consumidores según su capacidad de gasto.
Tanto a nivel nacional y europeo necesitamos una derecha moderna, democrática y plural, capaz de ofrecer proyectos de país abierto a la modernidad y no una "DERECHA CERRIL, CAVERNÍCOLA E INÚTIL".