España está en estado de alarma y el presidente Sánchez con ojeras y cara de lápida.Es un político de dos caras.
En esta semana en sus comparecencias por el virus parecía que le temblaban las piernas. Su rostro era de zombi, oscuro y descompuesto(cara de lápida). Se mostraba incapaz de mantener firme la mirada frente a la pantalla. No hizo ninguna mención a los casi 100 fallecidos y a los 4000 contangiados.
Fue incapaz de decir una frase de esperanza a un país al que hasta hace poco había engañado. Yo creo que no es un presidente para esta crisis. No está preparado para gestionar una situación de este calibre.
Sánchez tenía un plan, una estrategia vencedora, pero le han cambiado el guión y está perdido.
Para Sánchez y su rasputín Iván Redondo no hacía falta gestión ni buen gobierno. Bastaba con arrojar a sus gregarios carnuza ideológica como la ley del sexo, la memoria histórica, el ministerio de la Verdad, el diálogo con los separatistas, el referendum,la amnistía a los golpistas...
Todo iba a ser cómodo, sin contratiempo. A toda la oposición democrática la habían tachado de extrema derecha. Maniatados, vilipendiados y demonizados y todo para eternizarse en la Moncloa.
Ha dedicado su mandato ha hostigar a las fuerzas democráticas para entregarse a los separatistas y populistas.
Italia advertía pero nadie escuchaba, ni siquiera su rasputín Iván Redondo fue capaz de olisquear lo que se avecinaba. Este rasputín será buen estratega en ganar elecciones, pero es un cero a la izquierda en otras cuestiones, es decir, lo que decimos vulgarmente más tonto que Abundio.
Estamos al frente de un ejecutivo desbordado de sectarismo y de SOBERBIA.
POR ÚLTIMO DIRÉ QUE APOYO EL ESTADO DE ALARMA Y LO QUE HAGA FALTA, PORQUE CON LA UNIDAD DEL PUEBLO ESPAÑOL Y CON SU ESFUERZO PATRIÓTICO DE SUPERVIVENCIA VENCEREMOS AL CORONAVIRUS.
¡ VIVA ESPAÑA!
